martes, 2 de abril de 2013

YO LEO...

YO LEO, ¿TU LEES?, ¿ELLOS LEEN?


Yo quería ser Esther...
Soy lectora empedernida y recalcitrante desde que tengo uso de razón. Recuerdo perfectamente (y los guardo como tesoros), los primeros libros de cuentos de mi infancia, de hecho sé exactamente su forma y como huelen, y recuerdo momentos exactos en los que los leía. Cojo uno de esos cuentos y automáticamente me vienen a la memoria recuerdos asociados a ellos que seguramente  de otra manera jamás recordaría, hasta tal punto que puedo recordar olores y colores, como el jersey fucsia sin mangas de mi abuela un día que me leía una fábula de Samaniego, o el día que mi madre me compró el primer libro de còmic de Esther y su Mundo...



Mis abuelas, (grandes lectoras las dos) y mi madre que, 
Qué raro me parecía...
siempre que tenía ocasión me regalaba "algo para leer" son las culpables de esta afición que empezó con cuatro años. A esa edad la mayoría de los críos estaban aprendiendo las vocales mientras yo leía cuentos muy básicos con frases cortas, después vinieron los recortables, los libros de Julio Verne, las aventuras de Los Cinco, los tebeos, los cómics, y por fin, a los doce años la primera lectura "adulta", un ejemplar que cogí de la estantería de mi abuela porque me llamó la atención un señor envuelto en una sábana que aparecía en la portada, el libro se titulaba "ESTA NOCHE LA LIBERTAD", y estaba escrito por Dominique Lapierre y Larry Collins y así descubrí por una parte la figura de Gandhi y por otra una manera diferente de leer. Estabamos a principios de los ochenta y se acababa mi infancia.



Así a todas horas.
Yo no lo sabía aún, pero esa década iba a marcar para siempre, mi manera de leer, de actuar y de SER. Me convertí en una lectora (y persona) compulsiva, anárquica, medio bohemia, obsesiva y especialmente independiente. Amante de la soledad "en compañía", me convertí en Ana Karenina, Enma Bovari, Ana Ozores, Scarllet O´Hara, alternando los clásicos con éxitos de la época, como "Pregúntale a Alicia" o betseller varios. Afición que complementaba siempre con música, también de manera anárquica y diversa (me refiero a oír, no a crear o cantar, que yo para esos tengo el oído de madera).


Soy esa que siempre va con un libro en el bolso "por si acaso", que leo cuando me siento bien, cuando me siento mal, que leo para distraerme y leo para informarme. Disfruto "tocando"  libros, me gusta entrar en las secciones de librería de los grandes almacenes (aunque prefiero las librerías de toda la vida), sin prisa, me gusta el olor y la compañía que me hacen "mis libros". 


Tengo una asignatura pendiente, que es conseguir que mis hijas LEAN, y se entusiasmen con un libro igual que con un móvil o una tablet, pero lo tengo muy difícil, la competencia es feroz, mil artilugios y mil novedades tecnológicas a cada momento que hacen mucho más atractivo para ellas el mundo digital y el ciberespacio que las páginas de un libro...

BESONES A PUÑAOS!!

¿Y vosotros leéis?





10 comentarios:

  1. Como chiflada y desde siempre. Me recuerdo en la cama-cuna "leyendo" dos cuentos que teníamos mi hermana y yo, no sabíamos leer pero los conocíamos de memoria, hasta donde había que pasar la página. "Tienen don Cerdo y su esposa, un hijo color de rosa..."
    "Vive en selva muy frondosa, la ardillita primorosa, come avellanas, piñones y las nueces a montones"
    Esas fueron mis primeras experiencias, así hasta ahora miles de horas de disfrute y felicidad, de falta de sueño porque "tengo que terminarlo".
    Los libros que de dejan pensando, los que te dejan relajada, casi todos los libros son una maravilla (y en papel, mil veces mejor).
    Nosotros sí conseguimos tres lectores, casi más empedernidos que yo

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    1. Es una suerte, la familia que lee unida... jajajajaaja

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  2. Yo leo también desde los cuatro años. Recuerdo la fascinación de las letras y desear más que nada poder leer yo sola. Recuerdo de memoria mi primer cuento favorito (La ardillita hacendosa)que me leía mi hermano cada noche y luego también él recitaba de memoria. De la infancia recuerdo con amor los libros recopilatorios de cuentos,mis primeros libros de texto y un poco más tarde la esperada llegada una vez al mes del Reader Digest. Mis primeras lecturas adultas fueron Hamlet,con 12 años y Crimen y Castigo a los 14. A partir de ahí ha caido y cae DE TODO: lo que encuentro,lo que me ofrecen,lo que me llama la atención por las citas de un libro,qué sé yo. Nunca he seguido las nuevas publicaciones y siempre he ido de forma peregrina y autodidacta. Conservo en mi corazón y siempre vuelvo a ellas obras tan dispares como La Regenta y otras obras de Clarín como varias de Delibes,Marcelino Pan y Vino y otros autores como Lewis Carroll,Noah Gordon,Ann Rice,Cohelo,Paramahansa Yogananda, Neruda,Márquez,Allende y Tagore y bueno,un Kjon Desastre de amados recuerdos que no puedo recordar. Confieso que pirateo sin parar y que estoy casi tan hecha al e-books y al Kindle como a los amados libros en papel porque mis contínuas mudanzas y mi compulsiva voracidad lectora hacen imposible seguir comprando y almacenando libros. Aprender a leer ha sido lo mejor que recuerdo y siempre que llega una noche de tormenta y me voy a la cama me parece sentir al lado a mi hermano pequeño acurrucado mientras mi madre,con la voz engolada y poniendo mucha intriga,nos leía a la luz de una vela para dar más miedo El Monte de las Ànimas y otras leyendas de Bequer. Nada es igual que la emoción de irse a la cama con un libro genial en la mano salvo tal vez que ademas tengas al ladp a tu mascota y una larga noche da dabado para pasarla casi en vela porqueyallegoalfinal,unahojamás,solouna,bueno dos

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    1. Yo sigo fiel al libro de papel, es una manía que no sé si podré quitarme...

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  3. Yo leo también, o mas bien leía...ahora no mucho, la verdad. Otros compromisos agotan mi tiempo y mi vista. Supongo que cuando acabe con ellos (si antes no lo hacen conmigo) volveré a leer. En fin, el estudio requiere tiempo, tiempo libre y cuando lo dejo pues no me apetece leer, me apetece descansar la vista...pero leer es un placer. Sobre todo en verano, especialmente en verano, en la playa... o a la sombra comiendo una manzana.
    Pero sabes?, tengo mucha suerte. Mi hijo mayor lee!!. Devora, diría yo!!. Está ahora con los libros de Los Cinco. Le encantan las máquinas, la wii y todas esos aparatejos....pero siempre entre sus regalos tiene libros.
    Muy cerquita del parque donde voy con su hermano, hay una librería, en la que los libros estan al alcance de los niños, con sillas, ordenados por edades y mientras el pequeño juega, el mayor se me cuela dentro, y pasa las horas muertas ojeando, mirando....con la curiosidad de los niños. Me encanta!. Se deja los ojos, pero es tan gratificante verle tan ensimismado. O las mañanas de los sábados, rodeado de libros en la cama metido .
    Leer te gusta o no te gusta. Y si te gusta, es una suerte!

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    1. ¿Cuando vas a dejar de estudiar Loli? A este paso Íñigo acabará la carrera y tu seguirás estudiando!!
      Besos!!

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  4. Acabo este año la carrera!!!. Ya lo anunciaré ....ja,ja,ja
    Pero eso me dice él: que si tiene que estar tantos años estudiando. Y siempre le digo: Si lo haces a tiempo, no.
    Besos para ti también.
    Y sigue con ésto, que da gusto leerte.

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  5. Me apasiona leer pero no sabría deciros cuál fue mi primera lectura,recuerdo una colección de cuentos troquelados,los primeros TBOS,El Jabato y El Capitán Trueno, las fotonovelas,Corin Tellado...Cuando tenía 10 años mi padre, un ávido lector,instaló un negocio de Librería y Papelería y entre aquellas paredes,leí durante años,todo lo que caía en mis manos, clásicos, best-sellers, poesía,Vida Sexual Sana de López Ibor, jajaja, y hasta teatro, me encanta leer obras de teatro,sobre todo si el autor es García Lorca.Me encanta perderme en las librerías,su olor me atrae cómo un imán, simpre compro libros,son mi tesoro más preciado. Mis hijos también son lectores habituales,y a mi nieta le encanta que le lea...la saga continúa.

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    1. Ufff, pasar la infancia en una librería hubiera sido mi sueño hecho realidad!! Sigue siendo...

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